Debido a las altas
temperaturas de semanas posteriores y un invierno algo cálido, muchas de las cascadas y sobretodo de placa no se hallan formadas, el agua del embalse de
Cavallers no tiene ninguna capa de hielo y decidimos buscar cascadas formadas por la continuada
caída del agua.


Llegamos a la base de la
Islandis. Parece que se pueda subir, pero a la que lo intentamos, el hielo comienza a partir a medida que clavamos nuestros
piolets. El primer resalte aún se
podría hacer algo, pero luego ya, dudamos de la
consistencia del hielo en plena cascada vertical y decidimos dar marcha atrás.

Decidimos buscar el rincón de la Cantera. Lugar donde cabe un tanto por ciento elevado de que podamos hacer alguna cosa. Llegamos casi a mediodía y decidimos comer algo.
Llega la tarde y le pegamos a la vía
Míting de 30 m y fácil ascensión.

Mientras
Frank me asegura, subo primero...


Luego sube
Albert...


Y luego
Frank.


A nuestra izquierda hay dos
escaladores realizando la vía Amigos de lo Ajeno. La realizan de segundo los dos, habiéndola montado en
top rope. El romper del hielo con sus
piolets es constante, lo cual, decidimos bajar a la cascada del Salto del Mandril. Ya una clásica en nuestras aventuras por la zona y acabar nuestra primera jornada de escalada y sin mucho éxito.
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