Para combatir las grandes comilonas que se avecinan, que mejor terapia que quemar un poco para que quepa más de lo que podemos desear.
Después de dos temporadas de esquí, vuelvo a quedar con Antonio. Decidimos subir la
Tossa d'
Alp y marcar un poco de desnivel en nuestras piernas. A él no le costará mucho, pero a mi...,
dejémoslo. Tanto tiempo y con poca actividad ya se sabe. Los deberes familiares son los deberes.
Comenzamos desde el
párking del
telehuevo de
Alp 2500, a unos 1700 m.

Como es de esperar y después de la falta de precipitación sólida, así tenemos el panorama. Una larga alfombra de nieve artificial que nos irá acompañando hasta las zonas más altas de la
Molina/
Masella.

Dejamos la zona más ombría del ascenso y pasamos a la zona soleada. Un sol que ya no nos dejará en nuestro trayecto hasta alcanzar la cima.

Abrasador. El ascenso se hace abrasador, achicharrante!!! Vaya día, según los partes
meteorológicos, 7º C de temperatura.
Seguimos subiendo...
Después de las pendientes más fuertes, comienza la cosa a suavizar. Algún repecho pero poca cosa más.

Llegamos a la altura del refugio del
Niu de l'
Àliga y dejándolo a nuestra izquierda, seguimos ascendiendo hasta hacer cima.

Ya estamos arriba. El
día es genial. Mejores vistas,
imposible. Toca descansar un poco y prepararnos para el descenso.

Y así
fue algo de la bajada...
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