Nuestro amigo Alberto se estrena en el mundo del esquí de montaña. Como esta un poquito verde, pensamos de subir ( otro año más ), el Puigllançada. Ponerle facilito el descenso para que vaya pillando el rollo...
Otro que tal, Albert. Con un mono de esquiar se trae para subir las raquetas, los esquís de pista en la chepa y para arriba ( pronto se comprará los esquís de montaña ).
El siguiente es Juan, nuevo en el tema de subir montañas, con raquetas también, pero este se pegará eltute de subir y bajar andando.
Llegamos por la mañana al parking de la estación de esquí de la Molina. Mala noticia, esta cubierto de nubes, lloviendo y NO HAY APENAS NIEVE!!!!!!!!!
Decidimos esperar a que pare de llover.
A eso de los 20 minutos, las nubes se van rompiendo, deja de llover y sale el sol. Nos ponemos en marcha.
A medida que subimos, nos va acompañando un viento fuerte y casi constante, salvo en las zonas algo resguardadas, que se hace más soportable.
Albert con sus esquís de pista, un machote...
...y el nuevo. Todos para arriba.
Después del primer tramo más "durillo" de la ascensión y de haber llaneado hasta el telesilla de los más altos de la Molina, se nos acaba el rollo. Toca dar marcha atrás. No hay nieve de lo que queda hasta la cima y no podemos continuar.
Eso si, las fotillos y el buen rollo no falta y a esperar a que nieve más.
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