Llega el fin de semana, un fin de semana de esos largos, tres días. Es el puente del 1 de mayo. Partimos el viernes a Andorra acompañados de Santi y Melissa. Una vez allí, el tiempo no nos acompaña, muchas nubes y algo de lluvia. En cotas altas está nevando. Así pues, decidimos pasar el día haciendo una de las cosas habituales en este país, mirar tiendas...
Sábado. Santi y Melissa deciden hacer vías ferratas en el sector de Canillo, Olga y yo subimos a Pal a repetir el pic de Cubil pero desde el Coll de la Botella. La intención era subir al Montmalús, pero todo el sector norte, se encuentra tapado de nubes y viento moderado, así pues, buscamos algo más tranquilo.
Comenzamos a subir. Aquí no sopla mucho viento y el sol aprieta de lo lindo, cosa que hace de que Chico no pare de jugar y rebolcarse por la nieve.
Llegando a la parte más alta, la ascensión se hace bastante suave, el repecho fuerte se hace al principio, luego practicamente es llanear hasta el último trozo que vuelve a subir hasta la cima.
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