Solo somos Jesús y yo. Comenzamos a subir a eso de las 10 h. El día es espectacular y la nieve como si de marzo se tratara.
Vamos tomando altura. En según que tramo, hay que ir con tacto a la hora de dar el paso. La nieve esta muy dura y algún resbalón de otros esquiadores hemos podido observar. Jesús, decide colocar las cuchillas y asegurar el paso.
Antes de llegar a la cima, dejaremos los esquís al final de la pala y continuaremos andando por una cresta de baja dificultad.
Poco después, alcanzamos el Pic de Pedrons.
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