sábado, 27 de abril de 2013

Tossa d'Alp. Hasta que la tormenta de nieve, no nos dejó...

El fin de semana pinta chungo meteorológicamente hablando, pero parece que hay un poco de tregua hoy domingo por la mañana. Como el pronóstico no es muy favorable, decidimos ir a las pistas de esquí de la Masella. Lugar que va siendo habitual en situaciones similares y que te permite quitarte el mono sin tener ningún contratiempo inesperado.
Esta vez, solo acudimos Albert y yo.
Subimos pronto, ya que la cosa pinta que se pondrá fea a partir de mediodía.
Comenzamos a foquear...


Al poco rato de calzarnos los esquís, comienza a nevar, débilmente, pero nieva.
Seguimos subiendo.

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La precipitación a media excursión, comienza a ser más que notable.




 La nevada es más intensa y los copos son más grandes. La visibilidad se reduce considerablemente y decidimos que ya no vale la pena seguir. No se ve nada de nada...




 No perdemos tiempo en prepararnos para bajar. El descenso lo realizamos del tirón y observando la situación, una vez llegados al parking, no perdemos tiempo en poner las cadenas y salir pitando.









domingo, 7 de abril de 2013

Coll del Portell, a los pies del Pic de l'Infern.



Un bonito día de mucha nieve y mucho sol. Como ya va siendo habitual, mogollón de gente subiendo dirección coll de la Marrana.
La subida se hace agónica. Ni una pizca de aire, ni brisa, un sol aplastante.
Como del desierto se tratase pero con un gran manto de nieve, voy haciéndome paso para llegar al coll de la Marrana.
Debido a este sol no para de crujir el casco. Es horrible.




Llegamos al coll de la Marrana. Desde aquí ya podemos divisar, cual sera nuestro recorrido. El objetivo, el Pic de l'Infern.

Atrás dejamos el transitado collado y después de un ligero descenso, comenzamos a remontar el valle dirección Tirapits.


Yo ya no puedo más. El intenso calor me abrasa. No paro de sudar, beber y beber.
Hasta el collado del Portell me quedo. Antonio sigue y alcanza el Pic de l'Infern.
Yo desde el collado, tomo unas fotografías del valle de Carançà y la norte del Infern. Ya solo queda regresar por este desierto blanco abrasador...